No me voy a extender mucho con la crónica, porque tampoco dá para mucho.
La salida surgió de la invitación de Juanfra para rodar un rato juntos,
vernos y tomar algo después de mas de un mes que yo no salía, además aprovechaba
para que me comentara los detalles de la Selénika que todavía no habíamos
tenido tiempo de comentar.
Salimos de la B20 acompañados de El Conde que vio cancelada su salida por
problemas con los otros dos asistentes.
Nos dirigimos dirección Sabadell y si me encontraba bien la idea era ir
hasta la hípica y parar a desayunar, y por fortuna se pudo hacer (se me pasó
por la cabeza hacer ya el Puig de la Creu, pero la sensatez se apoderó de mí). Por
el camino tanto a la ida como a la vuelta nos encontramos con los participantes
de la Falconada, que el año pasado creía que se podía convertir en un clásico
BTTero (la crónica de Carbono con Josep sobre el barro me gustaron mucho), pero
que hemos pasado todos completamente de ella.
Al llegar al restaurante comprobamos que El Conde iba pinchado, así que
después de desayunar y charlar todo lo que quisimos, la reparamos, para nada
mas ponerla ver que volvía a estar
pinchada. Reparamos de nuevo y comprobamos todo otra vez, sin encontrar nada.
Seguimos el camino de vuelta y al llegar a la B20 cada uno para su casa.
Conde me comenta al día siguiente que al llegar a casa la rueda delantera también
la encontró pinchada. Vaya día para él, jejeje.
Mis sensaciones . . . mejor de lo
que me esperaba y volver a rodar con dos grandes compañeros como Juanfra y El
Conde, ha sido un placer para mis sentidos ciclistas.
Gracias, de verdad, por acompañarme aún siendo una ruta bastante
aburridilla para el nivel que ya teneis. Aún así al final han salido 53 Kms