Salimos del Francás, Cristóbal y un servidor, a las 5:30h con las bicis ya cargadas en la Seat Alhambra hacia Poblet, unos 58 minutos por carretera.
Desde el parking del Monasterio de Poblet nos ponemos en ruta a las 6:45h destino Montblanc, para después ir a Santes Creus y desde allí bajar al Francás pasando por Vila-Rodona, Masarbones, Bonastre y Roda de Bará, entre otros pueblos de la zona. Decidimos hacer el tramo de la Ruta del Císter al revés, pues nos iba mejor para organizar el tema vehículo y también nos ahorrábamos algo de desnivel, que con estos calores se agradece. Una vez acabada la ruta tanto Cristóbal como yo no podemos esta mas de acuerdo en lo acertada de ésta decisión.
El primer tramo de la ruta, de Poblet a Montblanc son 10 kms suaves con alguna bajada muy rápida al salir de Poblet para empezar a disfrutar de la salida e ir calentando motores. Llegamos a Montblanc muy tranquilos, nos hacemos unas fotos y cruzamos el pueblo para dirigirnos hacia Santes Creus.
A partir de aquí hasta el km 13 sigue siendo suave y vamos haciendo kms, es a partir de éste km donde empieza la subida que nosotros temíamos pues en papel asustaba bastante y acojonaba mas.
Del km 13 al 17 empezamos a sudar un poco pues la subida, que en el track original de la ruta del Císter es de bajada, al hacerla invertida se convierte en una serie de rampones llenos de piedras sueltas (típico de la zona) que nos empieza a costar ir subiéndolos, y excepto un tramo de unos 40 metros que me toca hacer a pie, el resto lo subimos los dos perfectamente (bueno dijéramos que yo lo subo justito y ya está).
Es en el km 17 donde el desnivel ya se pone serio y en unos 3,5kms nos toca subir unos 400 mts de desnivel, pero pudimos ir subiendo encontrando el mejor trazado sin mucha piedra y al final coronamos la cima en el mirador justo debajo de “La Pena” desde donde había unas vistas espectaculares. Al llegar aquí nos cambia la cara y la alegría ya no se nos quita hasta el final de la ruta, la parte más dura ya está hecha y el resto sabemos que será más llevadero, era el km 21.
Ya sólo nos queda empezar la bajada (subida del track original), con mucha piedra suelta y donde me empiezo a disparar bajando comprobando que el agarre lateral de la Ground Control que cambié el día antes como cubierta delantera nada tiene que ver con la inseguridad que me daba la que llevaba anteriormente. Ahora puedo volver a disfrutar de este tipo de bajadas sin miedo. Son 5 kms de bajada constante con algún pequeño repechón hasta el Plà de Santa Maria, el cual pasamos sin más pues la idea era desayunar en Santes Creus.
Pasado el Plà de Sta Maria el terreno es un llano de unos 4 kms con una ligera pendiente negativa que ayuda y mucho a disfrutar de la ruta, el paisaje y los sonidos del silencio . . .
Creo que fue por aquí donde Cristóbal pincha y nos toca parar a reparar el tema, el calor ya se empieza a notar bastante.
Vamos por el km 34, serían las 09:50h aproximadamente y después de una ligera subida nos encontramos en un claro del monte con la vista en el valle del Monasterio de Santes Creus, unas fotos desde lo alto e iniciamos la larga y pronunciada bajada llena de tierra y piedras sueltas para sin más problemas llegar a Santes Creus con gran satisfacción, pues aquí acababa nuestro tramo de la Ruta del Císter (objetivo conseguido sin problemas, aunque con tramos durillos) y empezaba otro tramo que había hecho yo hace unos meses solo y me conocía bastante bien hasta llegar al Francás.
En Santes Creus paramos a desayunar y echamos el mantel un rato, repostamos agua, vaciamos depósitos y continuamos el camino, el calor ya nos empieza a marcar la piel . . .
Por un error mío nos comemos un tramo de unos 2 kms de carretera que la noche anterior eliminé del track para pasar por otro lado, pero sin darme cuenta no miré el track e iba convencido que era por allí, bueno no pasa nada, seguimos por Aguamurcia y al poco enlazamos el track, unos metros de carretera mas y nos metemos por un sendero que nos hace atravesar los famosos 3 puentes de madera sobre el río todavía pertenecientes a la ruta cisterniense. Acaba el sendero y continuamos pasando algunos pueblos y por una carretera muy secundaria donde no nos cruzamos con nadie, pasamos por Vila-Rodona y volvemos a un sendero que después se convierte en pista con bastante sombra y algún tramo muy bucólico. Luego la cosa se vuelve meno bucólica y aunque el paisaje sigue siendo encantador, vamos por muchas zonas sin sombras y el Sol empieza a clavarse duramente, el trazado tiene algunos rampones por el camino, pero la mayoría es llano con ligera pendiente negativa.
Entramos en Masarbones y seguimos con más de lo mismo hasta empezar una bajada mas divertida que ya nos deja a la altura de Bonastre, mucha alegría es lo que sentimos, pues estos ya son nuestros dominios. Continuamos por la carretera para enlazar con la trialera rápida y divertida del Camí de las Aigües que nos ha de dejar en Roda de Barà, pero 2 kilómetros antes de poder coger la trialera, Cristóbal se da cuenta que ha pinchado de nuevo y va perdiendo aire (mierda de cubiertas Rocket Ron). Dado que ya estamos a unos 8 kms de casa decidimos no cambiar de nuevo la cámara, e intentar aguantar inflando el neumático, ésta vez con el botellín de CO2, además por precaución, en lugar de bajar por nuestra querida trialera, seguiremos por carretera hasta Roda de Barà, donde llegamos después de inflar dos veces más el neumático.
Desde Roda al Francás son unos 4 kms, donde después de parar otra vez a reponer aire a la rueda llegamos al destino, contentos y satisfechos de la ruta.
Ahora quedaba la ducha, coger el coche de Cristóbal y volver a Poblet a buscar el mío, no sin antes parar en L’Espluga de Francolí a comernos un menú que ya nos habíamos ganado.
Total una bonita gran ruta para el recuerdo de 66 kms con unos 1300 metros de desnivel en 4h:43’ de pedaleo y sobretodo con la compañía de, sin duda alguna, MI MEJOR AMIGO!!!
Además él es el culpable de que Charlie Dakota exista, pues fue él el que me inició en esto de la BTT.
Las fotos en: